¿Estás pensando en instalar suelo laminado en tu casa pero no tienes claro qué color es mejor? La madera es un material que no pasa de moda y que combina perfectamente con cualquier estilo decorativo. Por eso, no es extraño que sea una de las opciones preferidas en millones de hogares de todo el mundo.

La cuestión es que, en la actualidad, podemos encontrar en el mercado una amplísima variedad de colores y acabados distintos, desde tonalidades neutras y grises a oscuras, pasando por naranjas y rojizas, entre otras. Todas ellas con su encanto particular, pero obviamente cada una dará una apariencia distinta a nuestros espacios.

Todo depende del resultado que quieras conseguir y del tipo de decoración que estés pensando en poner. Y es que, jugar con los colores de los suelos laminados, además de para definir un estilo, puede ayudarnos a crear efectos visuales que den una mayor sensación de amplitud y luminosidad.

Por eso, antes de decidirnos por un color u otro, es fundamental que tener en cuenta algunos factores. A continuación te damos algunos consejos para que te resulte mucho más fácil elegir.

Blanco o beige claro

El color blanco es una de las opciones más populares, especialmente cuando se apuesta la decoración nórdica. Su mayor ventaja es que multiplican la luz natural, lo que aumenta la sensación de amplitud del espacio. Con lo cual, si tienes una casa pequeña y no entra mucha luz natural, son una alternativa ideal.

Eso sí, para evitar que tu casa parezca demasiado frío, es recomendable que añadas toques de color en las paredes, los textiles y los muebles. Además, pese a que disimulan muy bien el polvo, las manchas oscuras son más visibles, por lo que no son la mejor opción para casas rurales.

Gris

Además de ser muy elegantes, los grises son muy versátiles, ya que encajan bien con cualquier elemento que queramos incluir en la decoración. Combinando muy bien tanto con colores fríos como cálidos. Pero además, son muy fáciles de mantener limpios, ya que disimulan muy bien el polvo. Una opción ideal para crear ambientes modernos y amplios. Con lo cual, si tienes muebles clásicos y no tienes pensado cambiarlos, este tipo de suelo te ayudará a darle un toque más actual.

Marrón claro

Los suelos de color marrón claro reflejan muy bien la luz y hacen que las estancias parezcan más amplias. Además, este color les confiere un toque de alegría, optimismo y energía. Además, son los suelos que mejor disimulan la suciedad, especialmente los tonos medios, por lo que son perfectos como suelo todoterreno. Ideales para casas tradicionales y apartamentos en los que queramos crear una atmósfera acogedora.

En tonos naturales, el suelo laminado desprende calidez y nos permite conectar con la naturaleza. En acabados veteados presenta un aspecto más rústico y sin ellos se acerca más a estilos decorativos modernos. Combina muy bien con tonos neutros y con el color blanco, creando una base ideal para cualquier estilo.

Marrón oscuro

Los suelos oscuros son muy elegantes y hacen que los ambientes resulten muy cálidos y sofisticados, por lo que son ideales para espacios amplios y para crear una atmósfera más acogedora. Con muebles modernos, contrarrestan la frialdad de la decoración y aportan equilibrio al conjunto. Generalmente, los colores claros hacen que un espacio parezca más amplio, mientras que los colores oscuros logran el efecto contrario. Con lo cual, si quieres poner suelo oscuro en un apartamento pequeño, es importante que tanto los muebles como el resto de los elementos decorativos sean de tonos claros. De lo contrario, el ambiente puede resultar agobiante.

Negro

Los suelos negros son ideales para aportar elegancia y estilo a cualquier estancia. Además, encajan muy bien con los estilos decorativos modernos de líneas limpias. Para darle más protagonismo y crear contraste, lo ideal es pintar las paredes de blanco. Una combinación infalible.

Es verdad que los suelos negros requieren de más cuidados y una limpieza más frecuente, ya que el polvo es más visible que en los suelos claros, por lo que no son recomendables en viviendas que tengan salida directa a espacios de tierra o jardines.