A la hora de cambiar el suelo laminado de nuestro hogar, una de las preguntas más habituales entre los propietarios suele ser: ¿cuánto me durará este tipo de suelo? Y es que, como es lógico, la durabilidad es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta si queremos que resista el paso de los años y su apariencia se mantenga como el primer día.
Sin embargo, no podemos dar una respuesta única para esta pregunta, ya que es algo que depende de diversos factores como la calidad del material, el grosor de las tablas y la capa protectora. Por eso, en este artículo te explicamos al detalle cuáles son los factores que influyen en la durabilidad y te damos algunos consejos prácticos para alargar su vida útil.
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¿Qué factores influyen en la durabilidad?
Como decíamos, hay determinados factores que influyen en la durabilidad del suelo laminado y que son determinantes para que se mantengan en óptimas condiciones:
1. Calidad del material
No todos los laminados son iguales. La calidad del material utilizado en la fabricación juega un papel determinante en su durabilidad. Obviamente, un suelo de mayor calidad, durará más. La principal diferencia radica en la calidad de las capas superiores, la resistencia a la abrasión y la capacidad para resistir la humedad.
2. Espesor de las tablas
El grosor de las tablas también influye en su durabilidad. Las tablas más gruesas tienden a ser más resistentes y duraderas, ya que cuentan con mayor capacidad para resistir el desgaste y las deformaciones a lo largo del tiempo.
3. Capa protectora
La capa protectora en la parte superior es otro aspecto a tener en cuenta, ya que actúa como barrera contra arañazos, manchas y daños causados por el uso diario. Elegir un suelo con una capa protectora de alta calidad contribuirá a prolongar su vida útil considerablemente.
4. Instalación adecuada
La forma en que se instala también puede influir en su durabilidad. Una instalación adecuada garantiza que las tablas estén correctamente alineadas y que no haya espacio para movimientos no deseados. Si el suelo no se instala correctamente, podemos llegar a tener problemas como el desgaste irregular o la separación de las tablas.
5. Exposición a la luz solar
La exposición prolongada a la luz solar directa puede afectar al color y a la apariencia del suelo. Con el paso del tiempo, los rayos UV pueden causar decoloración. Utilizar cortinas o persianas para reducir la cantidad de radiación puede ayudar a preservar la apariencia original del suelo.
¿Cuántos años puede durar el suelo laminado?
En condiciones normales de uso y mantenimiento adecuado, si es de buena calidad puede durar entre 15 y 25 años, dependiendo de la frecuencia y la intensidad del tráfico. Por ejemplo, en áreas de mucho tránsito, como salas de estar o los pasillos, es posible que el desgaste se produzca más rápido que en estancias que se usan menos.
Además, es importante tener en cuenta las garantías ofrecidas por los fabricantes de suelos laminados, que pueden ir desde los 10 hasta 25 años, en función de la marca y del nivel de calidad del producto. Algunas garantías incluso cubren aspectos específicos, como la resistencia a la humedad o la resistencia a la decoloración.
Consejos para prolongar la vida útil
Hay que tener en cuenta que una buena limpieza y la adopción de medidas preventivas, como el uso de alfombras en zonas de mucho paso ayudarán a prolongar considerablemente su vida útil. De esta forma, podrás disfrutar de un suelo en perfectas condiciones durante muchos años.
1. Mantenimiento regular
Realizar un mantenimiento regular es clave para aumentar su durabilidad. Barre o aspira de forma regular para eliminar la suciedad y los escombros que podrían causar arañazos. Además, es recomendable usar productos de limpieza específicos para suelos laminados y evitar el uso de agua en exceso, ya que la humedad puede dañar el material.
2. Protección contra la humedad
Aunque muchos suelos laminados cuentan con protección contra la humedad, es aconsejable tomar medidas adicionales para protegerlos. Evita derrames prolongados y limpia cualquier líquido de inmediato. Además, es conveniente usar tapetes en zonas propensas a la humedad, como baños y cocinas.
3. Protección contra muebles
Colocar protectores en las patas de tus muebles evitará arañazos y marcas no deseadas. Al mover muebles pesados, levántalos en lugar de arrastrarlos para evitar daños en la superficie.
4. Relleno de juntas
Si notas alguna separación entre las tablas del suelo, es importante solucionarlo de inmediato. Utilizar rellenos de juntas específicos para suelos laminados ayudará a mantenerlo en óptimas condiciones y prevenir problemas más graves en el futuro.
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