Cómo cuidar el parquet en verano

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Los suelos de parquet son uno de los suelos más populares en la actualidad. La madera confiere a las estancias en las que se encuentra un alto grado de comodidad y confort. No obstante, al tratarse de un suelo vivo, natural y ecológico, requiere de determinados cuidados para preservar su calidad por más tiempo.

La cuestión es que, con la llegada del calor y las altas temperaturas, es normal que usemos el aire acondicionado más de lo habitual. Esto hace que nuestros suelos parquet sufran más de lo esperado.

En principio, el calor no es un enemigo de nuestro suelo, pero sí es aconsejable mantener nuestro suelo de parquet alejado de la humedad y de los cambios bruscos de temperatura. Y, para ello, únicamente tienes que seguir nuestros consejos para cuidar tu parquet en verano.

Consejos para cuidar tu suelo de parquet en verano

Aunque el mantenimiento de este tipo de suelos no es muy diferente al del resto del año, es necesario tener en cuenta algunos aspectos, especialmente si vamos a estar fuera de nuestra vivienda y no vamos a poder cuidarlo en un tiempo.

Ventilación

En verano es bastante habitual marcharse unos días de vacaciones. Mucha gente cierra la casa por completo por miedo a los ladrones.

Es lógico que nos preocupemos por la seguridad de nuestras posesiones, pero esto supone un gran error, pues no se permite que haya ventilación por ninguna parte.

Al estar todo cerrado, las temperaturas se disparan mucho. Si no quieres dejar ninguna puerta o ventana abierta, siempre puedes pedir a algún familiar o amigo que vaya a ventilar la casa de vez en cuando.

Uso del aire acondicionado

El aire acondicionado no es bueno para el parquet, por lo que no es aconsejable ponerlo al máximo. Utiliza el aire acondicionado moderadamente y a una temperatura constante y no demasiado fría.

Y es que el aire acondicionado no solamente es dañino para las personas, sino también para materiales como la madera, ya que reseca el ambiente.

El sol y las altas temperaturas

El sol y las altas temperaturas son los mayores enemigos que existen de la madera, especialmente si el sol incide de forma directa sobre el suelo, ya que podría terminar oscurenciéndose y dañando el barniz.

Para prevenir este tipo de deterioro, coloca persianas o cortinas durante el verano y no dejes que el suelo se reseque mucho. Es recomendable fregarlo de manera regular con una fregona muy bien escurrida. No olvides que la humedad y la madera tampoco se llevan bien.

Tormentas de verano

Las tormentas de verano pueden llegar sin avisar, cuando menos lo esperamos. En ese caso, lo más recomendable es cerrar las ventajas rápidamente para que el suelo no se moje, pues podría sufrir daños irreparables. Si no puedes dejar las ventanas cerradas, al menos, asegúrate de bajar las persianas para que no entre nada de agua.

 

Tratamiento para el parquet en verano

Es recomendable aplicar dos capas de aceite de teca en toda la superficie del suelo, lo que contribuirá a aportar una mayor resistencia y permitirá soportar mucho mejor tanto el desgaste como las temperaturas más elevadas. De hecho, se aconseja hacerlo una vez a principios de primavera y otra vez en otoño.

Para ello, hay que aplicar la imprimación bactericida con un paño o un rodillo, siguiendo el sentido de las vetas de la madera. Asegúrate de aplicar una cantidad generosa. Esta capa tendrá efecto impermeabilizante.

Hay que dejar pasar unos minutos y retirar el exceso de aceite con un trapo limpio. Cuando hayan transcurrido aproximadamente seis horas y la primera capa se haya secado, hay que aplicar la segunda mano. De esta manera, protegeremos la madera del efecto del sol y del calor. Lo ideal es dejarlo secar un día entero.

Para terminar, al día siguiente, hay que aplicar una tercera capa final para asegurarnos el mejor resultado. Esta tercera mano nos permitirá alargar la vida de la madera y realzar su belleza al máximo.

Limpiar el parquet de manera regular

Limpiar el parquet de manera regular es fundamental para evitar que se estropee y que siempre luzca en óptimas condiciones. De hecho, si tienes tiempo, lo ideal es limpiarlo cada día con una escoba o una aspiradora asegurándote de que eliminas el polvo por completo. Después, hay que fregar con una mopa humedecida con agua y jabón.

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